Recientemente se informó que Islandia está cerca de “erradicar” por completo los nacimientos con síndrome de Down. Esto no se logró a través de un tratamiento o una cura desarrollada recientemente. La razón de la disminución de bebés que nacen con síndrome de Down es el aborto. Según CBS News, casi el 100% de las mujeres en Islandia que recibieron un examen prenatal positivo para el síndrome de Down optaron por abortar a sus hijos (lo cual se une a tasas de aborto extremadamente altas en otros países europeos). Esta realidad me resulta devastadora. En varios lugares de nuestro mundo, no solo es legal, sino también socialmente aceptable e incluso se anima a que se acabe con una vida, en base a la posibilidad de que ese niño o niña tenga un problema de salud particular. La discapacidad no debe ser una sentencia de muerte. No importa cuántos legalicen o aprueben estos asesinatos, nos oponemos a las leyes, a las tendencias y a la cultura prevaleciente. Contamos una historia difere