Ella es una más de esas millones de bebés que crecen en un hogar peruano. El típico hogar donde el papá está ausente y mamá debe salir a trabajar para conseguir la provisión diaria.
Mamá tuvo un embarazo inesperado y papá decidió desaparecer. Mamá está preocupada. —Un hijo cuesta dinero y solo trabajar lo suficiente puede hacer que no le falte nada, piensa mamá. Entonces una cuna o un nido parece ser la única solución cuando no hay quien ayude, cuando no la dejan llevar a su bebé al trabajo, o cuando no encuentra un trabajo de medio tiempo, como sucede en la mayoría de los casos en el Perú, el Perú donde hay trabajo para todos menos para la madre con bebés pequeños.
La
pequeña Verónica de apenas un año es dejada por nueve horas todos los días en
un nido público, criada por extraños y con extraños. Ni siquiera puede hablar
pero debe adaptarse al cambio. Mamá trabaja duro fuera de casa haciendo el
trabajo de papá, mientras que el nido intenta suplir su rol de mamá.
En el
Perú se dice comúnmente que muchas mujeres han sido madre y padre para sus
hijos y que los han sacado adelante. No dudo que muchas madres valientes han
hecho denodados esfuerzos por suplir las necesidades de sus hijos con un padre
ausente. Pero seamos honestas, una madre jamás podrá suplir el rol del padre;
quizá solo en el sentido de la provisión económica, pero en ningún otro sentido
lo puede hacer, porque sencillamente no es un padre. Una madre soltera nunca
debe intentar suplir el rol del padre ausente porque en el momento que lo
intenta abandona su rol de madre. Una madre soltera debe esforzarse con todo su
corazón en ser solo una buena madre, mostrando el mejor modelo de lo que es ser
mujer a su o sus hijos y enseñando el camino que conduce al mejor padre de
todos, el Padre del Cielo.
Un
aliento de lo alto para esas mujeres que aun sabiendo lo difícil que es criar a
sus hijos con un padre ausente, buscan y confían en la dirección de Dios, incluso cuando eso parece estar en contra de lo que el mundo les propone. Por
ejemplo, en el hecho de poner por encima del trabajo y el logro profesional, la
crianza de sus hijos, sobretodo en los primeros años de su vida.
Con gran preocupación, cada vez vemos más madres que dejan a sus hijos
de menos de seis meses bajo el cuidado de un nido o de otras personas para salir a
trabajar. Y muchas no tienen verdaderamente a nadie para ayudarlas con la
crianza, y si no trabajan no comen. Y otras, sí pueden hacer un esfuerzo y
quedarse con ellos más tiempo del que un nido les ofrece. Has pensado mamá, ¿qué impacto a
largo plazo puede tener en tu bebé tantas horas separado físicamente de ti? ¿Cómo le afectará eso emocionalmente en su desarrollo y en su madurez? Tanto
los bebés criados en un nido desde tan temprana edad como los bebés criados por
las empleadas, la televisión, alejados física tantas horas de la
presencia materna y paterna serán los adultos del mañana, con profundas
carencias quizá no materiales pero sí emocionales; carencias que buscarán ser
llenadas inevitablemente en los años posteriores y con mucho dolor. El vacío de
un padre ausente ya es una desventaja enorme para los hijos de madres solteras,
pero el vacío de una madre trabajando tantas horas fuera de casa es
irreparable. Muchos de estos niños buscarán por toda su vida llenar este vacío
en las múltiples adicciones que el mundo ofrece, en relaciones sentimentales
destructivas o en conflictos interpersonales permanentes.
No te
equivoques mamá. Criar a tu niño puede ser un trabajo duro pero solo dura unos
años. Luego verás la recompensa. Tu hijo/a te necesita a ti, necesita a su
mamá, no a la mamá que intenta ser papá también, sino a la mamá que busca
satisfacer sus necesidades emocionales y eso es solo posible pasando tiempo con
él o ella. Mostrándole día a día la vida y el mundo de
formas que solo tú puedes hacerlo. Requiere que quizá si puedes no
trabajes, por lo menos no todo el día sino solo medio
tiempo, y por lo menos por los primeros años de su vida. Requiere que aprendas cómo criarlos de forma eficaz. Requiere que pidas ayuda de otras madres cercanas y de
confianza. Requiere que organices tu tiempo de una forma diferente, dándole
prioridad a tus hijos. Requiere que confíes en Dios como tu proveedor que ha
prometido no dejarte. Requiere sacrificio. Sí, es más fácil quizá aceptar la
propuesta de trabajo de todo el día porque el sueldo es mucho mayor y
alcanzaría para comprar eso que necesitas. Pero el precio que pagarás por eso
es demasiado alto, es el precio de dejar a tus hijos sin la provisión emocional
que necesitará para sostenerse en la vida, crecer sano, sentirse amado, tener
una adecuada estima personal y seguridad básica. Sin duda la abuela los ama
mucho pero nadie puede reemplazarte. Tú eres su madre, su vida depende de ti, del tiempo que puedes ofrecerle como un regalo invalorable. Sí, el tiempo de
calidad es bueno pero no es suficiente. Es necesario el tiempo de cantidad también, tú tiempo. Si puedes
hacerlo mamá, por favor reconsidera criar a tus hijos tú misma y no dejar esta
responsabilidad en manos de otros. Que los otros sean tu apoyo, tú la
responsable principal y no al revés.
Merlinth & Rose
Si desea
aprender más sobre crianza, ofrecemos el curso Crianza y
Nutrición en el Centro Prenatal Vida Nueva. Conozca más en www.centroprenatal.org
Comentarios
Publicar un comentario